S.O.S. Esto es una llamada a la responsabilidad individual de mis colegas los arquitectos.
Son muchas las ocasiones en las que paseo por las calles de las ciudades y me detengo a contemplar obras de arquitectura que me sobrecogen. Me sobrecogen porque me hacen preguntarme si el arquitecto que las diseñò duerme tranquilo, sabiendo que ha dejado esa impactante huella en el paisaje. Empiezo preguntàdome por què lo habrà hecho y cuàl habrà sido el motivo por el que ha dejado a un lado todo tipo de sensibilidad y sobre todo, de responsabilidad. Entiendo que, en la arquitectura, como en tantas otras profesiones, no deberìa valer todo. Primero, porque estamos creando paisaje, y con ello, impactando directamente sobre la vida de las personas. Estamos modificando los escenarios en los que vive una sociedad y, en esto es la arquitectura la que juega un papel esencial.
La arquitectura no es hacer un simple edificio, para eso, hay muchos otros profesionales cualificados que podrìan hacerlo incluso de una manera mucho màs eficiente que nosotros. La arquitectura es poesìa, es tradiciòn, es cultura.
La arquitectura es arte. Esto es algo que creo que nunca deberìamos olvidar.
Cuando vemos la obra de Kengo Kuma en Japòn, vemos arquitectura. Y la vemos porque en ella vemos Japòn. La vemos a travès de los materiales, la madera, como se posa en el paisaje, como lo respeta y lo ensalza, como lo pone en valor. Y es que con la arquitectura tambièn podemos hacer patria.
Vemos que hay una reflexiòn màs allà del edificio y que Kengo Kuma, quiere decirnos algo a travès de su obra. Porque esto es el arte, comunicar.
Daiwa Ubiquitous Computing Research Building, Tokyo - Kengo Kuma
Lo mismo ocurre por ejemplo con Luis Barragan, quièn ha enriquecido el paisaje de su paìs gracias a su obra, convirtièndola en un reclamo para los visitantes. El color, sus formas, hablan de Mèjico. Nacen claramente de una reflexiòn previa y de un sentido que va màs allà de lo puramente estètico.
La Cuadra San Cristobal, Mejico - Luis Barragán
Tambièn en la Costa del Sol, tenemos ejemplos de arquitectos que con su obra, han hecho nuestra zona especial y la han enriquecido de forma diferencial. Para mi, uno de los ejemplos màs claros es el de Melvin Villarroel.
Cuando paseas por Puente Romano, dan ganas de agradecer que nos haya dejado esa genial herencia. Es una arquitectura para perderte, que habla de nuestros pueblos blancos, de nuestras fuentes àrabes y nuestra tradiciòn. Nos regala vegetaciòn, paisaje y recorridos que desembocan en rincones de ensueño. Creò algo que diò valor a la zona y a dìa de hoy es uno de los enclaves que hacen que Marbella sea diferente a muchas otras ciudades costeras. Èl se marchò, pero nos dejò su huella, que sin duda deberìa ser un ejemplo para todos.
Urbanización Puente Romano, Marbella- Melvin Villarroel
Estos son solo algunos ejemplos de la capacidad que tenemos los arquitectos para modificar el paisaje y de aportarle valor si ejercemos nuestra profesiòn de una manera responsable. Como comentaba al principio, no siempre parece ser asì y he de reconocer que en ocasiones me duele. Por eso os animo y os invito a que hagamos una reflexiòn profunda sobre este tema, y nos inspiremos en los maestros que sì han sabido hacer buen uso de la arquitectura. No me gustarìa que le le diesemos la razòn a aquella polìtica que dijo que, los "crimenes" de los arquitectos , perduran màs allà de nuestras vidas.